sábado, 20 de junio de 2015

El fracaso de Mario Marín

Tras su ascenso poblano, la gran caída. Subida aldeana, descenso internacional. Fracaso tras fracaso. Preciosas decisiones, costosos productos. Preciosas ambiciones, carísimos resultados. Mucho dinero? Sí. Y? El dinero no quita lo corrupto. Es dinero sucio. Dinero corrupto, sí. Que no limpia nada más. El fracaso de Marín. 
"Llegó a la gubernatura!", aúllan, maúllan, mascullan. Llegó. Para volverse un gobernador terrible. Un "grillo" más, con fama en todo México por los peores motivos. Cómo se fue? Se les olvida: con los peores motivos, y de pésima forma, terminó su sexenio. Dos tercios de gobierno en nada. La nada. Nada bueno. Mal gobierno y desgobierno en alternancia. Todo en entredicho. "Nadie le quita lo bailado". No. Ni lo juzgado, criticado, exhibido, rechazado, despreciado, vomitado. Él, que quería ser Benito Juárez, será "el precioso" por siempre y para siempre. Sólo eso. Desprestigio eterno, más que duradero. Y más, que duele: no llegó a Presidente y nunca jamás fue una posibilidad presidencial. Tampoco tuvo sucesor en la gubernatura... Perdió otra vez. Por su culpa otra vez. Desprestigio que no se aleja. Y lo que se acerca es otra cosa, la vejez. Tanto para eso...? Todo para qué? Lo que tuvo lo acabó..., y lo que tiene, que no es exactamente suyo, se acabará. El teatro en picada. Adiós al teatrito, más temprano que tarde, por completo y por el mal. Los farsantes son farsantes. Las mentiras y apariencias, apariencias y mentiras son. Autoengaño. El fracaso de la realidad. La realidad que de algún modo la mayoría conoce. Y el fracaso horrible, el mayor, con su injusticia básica. La herencia asquerosa y maldita. Sus hijos serán siempre los hijos del "precioso" Marín. El tristemente célebre e inolvidable Mario Marín.

P.D. Vuelvo a hacer responsable a Mario Plutarco Marín Torres por cualquier daño a mi persona o familia. Porque tengo razón, lo ha intentado otras veces, incluso con la ayuda de "universitarios" (y en la ignorancia de otros). Pero aquí estoy. Consta que nunca me he victimizado, incluso cuando era gobernador, y que nunca busqué fama, ni "show". Hago lo que siempre hice desde que hubo hechos para ello: criticarlo argumentativa y éticamente. Sigo haciéndolo. Él seguiría siendo responsable por cualquier cosa "extraña" que pase. 

viernes, 20 de febrero de 2015