viernes, 9 de enero de 2009

Lo dijo Jurgen Habermas

“La política se pone en ridículo al pretender moralizar en vez de apoyarse en el derecho obligatorio de las legislaciones democráticas”.

2 comentarios:

anticlimática dijo...

Pues sí, pero tampoco debe aplicarse sin miramientos porque puede perderse su sentido.
Saludos!

JRLRC dijo...

Hola Ana. Cómo vas? Espero que todo bien. Gracias por la visita.
Por cierto: hace unos días entré a tu blog: es bueno tu apunte sobre la rabia y los rabiosos. Deberías seguir trabajándolo, para ampliarlo y profundizarlo. El tema lo vale y lo permite. Uno de los fondos de ese tema no es otro que el ser reaccionario: como dices, creer que siempre lo propio es mejor que lo ajeno (defensa de la tradición por sí misma), pero también, como es el caso de esos “rabiadores” (casi profesionales de la rabia), creer que “ese pasado fue mejor”. Vamos, que ellos queriendo y creyendo ser progresistas son reaccionarios. Como no tienen verdaderas propuestas progresistas para el presente, como no son alternativa real o viable, y les gana cebarse en “la derecha” (entrecomillo sólo para indicar la reducción que hacen: hay de derechas a derechas, aunque no guste ninguna), no pensar, y sentirse moralmente superiores apapachando discursivamente al pueblo (imaginan que con eso benefician a la gente de carne y hueso con problemas reales), se limitan a idealizar el pasado (popular), a fabricar su nostalgia, a usarlo para re-deslegitimar cómoda y “socialmente” (no racional y ciudadanamente) al presente que no terminan de entender ni saben cómo mejorar (hay algunos que no están dispuestos a mejorarlo sin cuota heroica). En fin.
Un abrazo hasta Monterrey,

José Ramón.